José Aparicio Lozano falleció el pasado domingo, en Úbeda, a los 83 años, el 23 de marzo de 2025, después de ingresar en la UVI.
Han pasado más de treinta años y muchos alumnos y maestros recuerdan la protesta efectuada, en el colegio Matemático Gallego Díaz, por la decisión de trasladarlo a otro centro educativo de la ciudad. Esta iniciativa no prosperó y continuó en el citado centro, aunque después ocupó su plaza de maestro en el colegio Virgen de Guadalupe.

                                                       


Es oportuno reseñar aquí que Pepe Aparicio, como se le conocía popularmente, tuvo su primera escuela, cuando llegó a Úbeda, en el desaparecido colegio Cristo del Gallo, donde fue director. Así mismo, con el tiempo, fue migrando profesionalmente por distintos centros educativos de la ciudad Patrimonio de la Humanidad: Trinidad, San Juan de la Cruz…

                         
Resaltar, cómo no, que atletismo y deporte hicieron su vida plena durante muchos años, por lo que fue muy conocido y admirado, laborando siempre por la Ciudad de los Cerros, siendo fundador del Club de Atletismo Renacimiento de Úbeda y creador e impulsor de la famosa, mejor y más antigua carrera de nuestra ciudad: la célebre Carrera Popular ‘Antonio Gutiérrez, El Viejo’. En agradecimiento y reconocimiento por su enorme trabajo y cariño por Úbeda, hace apenas un año, se inauguró el circuito de carreras urbanas que lleva su nombre.
Hemos de recordar también que Pepe Aparicio fue campeón de Andalucía de Cross en 1500 metros. Había nacido en Molezuelas de la Carballeda (Zamora). Y por sus muchos méritos profesionales, deportivos y humanos el ayuntamiento de Úbeda lo nombró Hijo Adoptivo de la ciudad en el año 2022, con motivo del aniversario de la Constitución.

                             
Fue siempre un hombre amable y pacífico que iba dejando su impronta y estela de buena persona allá por donde pasó. Por eso, toda Úbeda lo recordará como lo que siempre fue: una persona amante del atletismo, la enseñanza y la paz. A cuántos nos gustaría que nos recordasen así, simplemente con el gran título que él tuvo siempre: “ser buena persona”. Como tal será recordado por todos los que tuvimos la suerte de tratarlo y conocerlo. Era un zamorano de pura cena, trasplantado a la Andalucía de nuestras entretelas. Nunca perdió su habla castellana…

                         
¡Pepe, ya te habrás encontrado en el Cielo con tus familiares y amigos que partieron antes que tú, pero -especialmente- con tu querida Conchi que seguramente te habrá recibido con los brazos abiertos!
¡Qué buena persona fuiste!
Descansa en paz.

Sevilla, 3 de abril de 2025.
Fernando Sánchez Resa