Querido Antonio:

Pensé escribirte una carta pero los sellos al Cielo están por las nubes, así que te mando un wasap como siempre.

Sé que no quisiste llevarte al viaje el móvil ni el jamón de Los Pedroches; seguro que ahora los echas de menos, al menos el jamón, porque por esos pagos anda la gente muy descolorida, como con hambre.

El móvil no te hace falta porque ahí disfrutáis de IAD (Inteligencia Artificial Divina). Mira a ver si puedes echar el tiempo hacia atrás. Aquí los físicos dicen que sí se puede. Así que…

Oigo cierto revuelo en vuestra Aula Magna porque se están juntando multitud de “alados” y sé que, en medio, estás tú enseñando modales. (Supongo que no hay corrupción, sabes que en la España tenemos para exportar gratis).

Les estás organizando la Champions League Celeste; también cursos acelerados para escritores noveles (cuánta faltica haría aquí algo parecido); un equipo -increíble, joder- de saltadores de pértiga, modalidad en la que superaste los 4,85 metros. Lo recuerdo muy bien, yo miraba asombrado con mis 12 años cómo hincabas la pértiga en la hojalata del cajón y volabas.

Antonio Lara saltando con la pértiga

 

Preparas actividades y juegos para la chiquillería angelical con la ayuda de Don Jesús Burgos, ya muy recuperado. Nada de ríos, batallitas ni raíces cuadradas, sino juegos al aire libre sin miedo a caerse porque no tenéis gravedad, ¿verdad?, también enseñas el himno de la SaFa, teatro y que aprendan a soltar risas porque ahí están un tanto serios.

Antonio Lara y Don Jesús Burgos

Y todo lo haces gratis como gratis te dabas a los demás aquí abajo. Ahora recuerdo tu primera nómina de maestro en la SaFa de Alcalá la Real. Te mando la foto que sale en mi libro que tan generosamente me prologaste. Años después regresabas para dar una conferencia ya como Catedrático de Universidad. Una pregunta: ¿Sirven los títulos ahí arriba para algo? ¿y el dinero?

Me alegro de que ya estés bien y sin calambres y sin necesidad de tanto medicamento, que no hacías más que quejarte. O era yo? Recuerdo que me enviaste cuatro versos que decían:

Si tantas son las pastillas,
compañero de quejares, compañero,
hazte con ellas sin recelo
un par de tortillas.
(Antonio Lara, me manda por correo esta letrilla cuando me quejaba de los kilos de pastillas que me había mandao el oncólogo).

Un par de tortillas me aconsejas
me haga sin recelo, compañero,
pero no es cuestión de pastillas
sino de huevos.
(Le contesto)

Macho, ¿sabes que fuiste el único hombre que me regaló un ramo de flores que me entregaste en mi casa acompañado de José María Berzosa y Pepe Aranda cuando atravesaba malos momentos? He intentado mandarte 13 rosas rojas, pero no encuentro agencias de transporte. Además, no sé si os dejan tener flores. De todas formas, virtualmente, ahí van y las pones en manos de la Virgen María como si fuera mayo.

Antonio Lara y Enrique Hinojosa

Enrique Hinojosa, Antonio Lara y José María Berzosa

Pepe Aranda, Enrique Hinojosa y Antonio Lara

Tu hija Anouschka Lara y tu ahijada Diana Navarro se empeñan en cantar para ti todos los días. ¿Es verdad que pones el altavoz en manos libres para que disfrute el personal? Por cierto que lo hacen requetebién.

¡Ay, las nubes… Aquellas 103 Nubes que los Tres Abadíes de Úbeda escribían improvisando a tres manos desde Sevilla, Suiza y Alcalá. ¿Las ves desde ahí? Ah¡, tengo que pedirte que uses tus influencias para que la amenaza del meteorito dichoso no caiga encima de Andalucía, por favor.

Nubes

En fin, como te gustan tanto los viajes te fuiste al Japón con tu familia para estar con los de tu talla a los que superabas, claro, en varios centiles de sesera.

Antonio Lara en Japón

Ahora solo te apuntaste a otro gran viaje del IMSERSO, hoy con todos los gastos pagados, incluido el transporte…
Que disfrutes de estas largas vacaciones.
Mi wasap sigue siendo el mismo, así que espero me escribas que de ahí arriba sabemos más bien poco.
Oye, que nos haces una falta sin fondo también allá.

Un abrazo chillao.

Enrique Hinojosa Serrano.
21 de febrero de 2025.