No es fácil llegar al medio siglo de vida, tanto para el ser humano corriente y moliente (y, hoy en día, menos con la dichosa Covid) como para cualquier otra creación humana, pero aún es más difícil alcanzar esa ansiada cifra cualquier institución cultural que se precie.Por eso, debemos estar de enhorabuena en Úbeda, porque nuestro Museo Arqueológico ha cumplido cincuenta años dejando una estela de trabajo y objetivos conseguidos más que loables.Como otra institución cualquiera este titánico trabajo no es producto de una sola persona sino de la voluntad colectiva, siempre orientada y dirigida por alguien destacado que sabe a dónde ir y cómo conseguirlo. Es para estar más que contentos que en Úbeda tengamos el museo de Andalucía más visitado anualmente, siendo una ciudad de provincia y no una de las ocho capitales andaluzas.

                 


En las hermosas y completas salas que dispone en la planta baja: porche de entrada, sala de prehistoria, entrepatio, patio; y la alta: sala de cultura ibérica y colonizaciones, sala de cultura visigoda y musulmana y galería alta, se va describiendo y descubriendo la historia de nuestra ciudad y/o entorno desde la más remota antigüedad hasta casi nuestros días; con motivo de esta señalada efemérides, se le han ido agregando piezas de arte, arqueología, artesanía, entrelazadas y repartidas por las distintas estancias del museo, dándole aún más viveza y espontaneidad, gracias a trece artesanos y artistas locales que han engrandecido el continente y el contenido de este singular espacio museístico en el que han dejado honda huella sus distintos directores (Rafael Vañó Silvestre, su fundador; José Luis Latorre Bonachera; María del Mar Capel; y el actual, Manuel Molina Alameda); conservadores; vigilantes; administrativos y empleados, en general.

                   
Esta exposición estará abierta desde el 7 de julio al 31 de octubre de 2023 y nos abre de par en par las puertas de nuestra historia del arte y cultura, complementada con leones y préstamos de esculturas del Museo Ibero de Jaén y variadas e interesantes creaciones artísticas recientes de artesanos locales, en un marco irrepetible en donde sus diversas estancias, entrada, primer porticado patio y el segundo, con el cantarino sonar de su fuente y el alfombrado de la pared oeste con una tupida y verde hiedra, hacen la delicia del visitante que gusta sentarse en alguno de sus dos bancos de hierro para descansar y asimilar pacientemente todo cuanto le va entrando por los cinco sentidos, cual droga blanda cultural que vivifica su espíritu…


Como ya voy para viejo y tengo el defecto o la virtud, según se mire, de dar los más acertados y sabios consejos posibles, desde aquí les animo a que se pasen por este entrañable museo arqueológico en el que seguro encontrarán el sosiego y la paz necesarios para afrontar y superar el tráfago excesivo en el que nos tiene metida esta vida posmoderna en la que está embarcada nuestra sociedad actual. Seguro que se sentirán plenamente satisfechos y agradecidos cuando terminen la visita gratuita. La Cultura y el Arte están al alcance de su mano y le darán paz y conformidad a su espíritu, en este tórrido verano ubetense, que por momentos nos atenaza, remarcando, no obstante, que Úbeda sea Patrimonio de la Humanidad con todo merecimiento.


Úbeda, 19 de agosto de 2023.
Fernando Sánchez Resa

Deja una respuesta