Vivimos cada día creyendo que nos lo merecemos todo y que estamos en un país de Jauja donde todo lo que uno quiere se convierte en realidad por arte de simple y llana voluntad propia; y no es así…
No hay nada más que tener problemas financieros o encontrarse enfermo -momentánea o permanentemente- para darte cuenta que la vida es una larga cadena de renuncias y estrecheces que enmarcan nuestro periplo vital. De las muchas que podrían enumerarse señalo principalmente cuatro.

La primera renuncia es a la vida, que se está produciendo cada día más en nuestro mundo por el hecho del aumento continuado de los suicidios que, por desgracia, van ascendiendo desde y a partir de la pandemia. Y que tratan de silenciar u ocultar los medios de comunicación y ciertos políticos de turno para que no salte la alarma, que debería saltar…


La segunda renuncia es llegar a conocer el “porqué” del exceso progresivo de mortalidad que estamos padeciendo desde 2019 y en qué porcentaje intervienen las variadas vacunas anticovid… ¿Quién decide la información que llega a la sociedad desde los diferentes mass media y redes sociales y qué intereses ocultos o espúreos tienen?


La tercera renuncia es el derecho inalienable al trabajo digno y de por vida que se merece todo ser humano, mientras las sesgadas estadísticas y su mentalización exacerbada lo ahogan o cercan por todos lados para mancillar su limpio saber y libre albedrío.


La cuarta y definitiva renuncia es el inmediato adiós al dinero en efectivo (Suecia ya va por delante, como siempre), siendo éste el mayor reservorio de libertad, ya que sin él se hace una renuncia total y expresa a la libertad de tomar un café o coger el metro, por ejemplo, sin que haya intervención política o estatal de por medio.


Estas renuncias, que no otras más puras y auténticas (las que una buena madre hace por su hijo toda la vida; las que el enamorado-a escoge desinteresadamente por su amor; las del misionero que marcha a predicar y dar ejemplo lejos o cerca de su entorno cotidiano, etc.), no son más que manifestaciones derivadas de la esclavitud y opresión que se cierne hoy sobre nuestra nueva humanidad, en este mundo distópico que nos está aprisionando cada día más…


Sevilla, 29 de julio de 2023.
Fernando Sánchez Resa

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