Me temo que mis palabras van a ser muy pobres para describir la grandeza de un amigo.
El pasado día 11 de Marzo, casi sin avisar, se nos fue para siempre Paco Herrera.
D. Francisco Herrera Navarro, maestro SaFa de la promoción 1964.
Hombre sencillo, humilde, trabajador incansable, amantísimo padre y fiel esposo, todo un carácter, ante quien había que rendirse por admiración.
Rendía pleitesía a la amistad, sentía devoción por sus amigos, a quienes quería como hermanos, entre los cuales he tenido la gran suerte de encontrarme.
Los que quedamos aquí te hemos llorado, pero también hemos sonreído recordando tu singular ingenio. Nunca te olvidaremos Paco Herrera.
Adiós querido amigo, tú que eras hombre de Fe, seguro que estás en un lugar de privilegio con el Padre Celestial. Descansa en Paz.
Manolo Ballesta Maqueda

Pocos momentos nos desgarran con más fuerza que aquellos en los que perdemos a un amigo. Si además se va sin aviso previo, sin que una enfermedad nos prepare, el desgarro brusco hace más honda la herida. Así se fue nuestro amigo, nuestro hermano, Paco Herrera.
A su familia y a sus compañeros nos ha dejado muchas lecciones de vida. A sus alumnos les dejó su propia vida porque en su trabajo de maestro encontraba la ilusión y la fuerza que necesitaba para superar las dificultades que desde bien joven tuvo que superar. Disfrutaron de su jovialidad alumnos de Almería, de Jaén, de Aranjuez, de Linares como director de la Escuela de Santana y de Úbeda.
Apoyándole siempre, amándole y respetándole siempre estuvo Nico. “¡Qué suerte hemos tenido con nuestras mujeres!” me decía cada vez que nos juntábamos. Rápido y certero de juicio, de conversación chispeante llena de ingenio y gracia, era difícil estar a su lado sin sentirse envuelto en su humanidad, sin sentir su sencillez de hombre de bien, sin sentir sus emociones a flor de piel, sin sentir que era tu verdadero hermano.
Adiós, Paco, descansa en el Corazón de Jesús en el que tanto confiabas.
Juan Cabrerizo Turón

3 comentarios en «D. Francisco Herrera Navarro. In Memoriam»
  1. Soy la Masme, como mi padre me llamaba. Acabo de leer lo que habéis escrito de él. Veo poco, lo sabéis, pero las últimas palabras que mi padre me dirigió fueron que se sentía orgulloso de los dos hijos que tenía y eso jamás lo olvidaré. Me hizo sentir grande para él. Yo lo adoro. Soy mucho como él, y también mis hermanos pero no llegamos a su altura. Mi marido me ha leído lo que habéis escrito al tercer intento porque antes las lágrimas no le han dejado. Os quiero, amigos de mi padre pero también tíos míos. Infinitas gracias por esas palabras que tan bien lo describen. Todo lo que digamos es poco para definirlo porque era singular, único. Todos lo queremos y tiene que estar, donde esté, en un lugar dónde él se sienta a gusto, si no habrá salido pitando como solía hacer. Mil besos a todos

  2. Llego tarde. No supe nada, hasta hoy, casualmente. Haciendo un breve recorrido por la web de la SAFA he visto su foto: escrutando el horizonte hacia el frente, rostro lozano, jovial, y la sonrisa impresa en sus labios, como él solía mostrar. El último abrazo nos lo dimos en el encuentro con motivo de los 25 años de la promoción. Lo he reconocido de inmediato. Pero mi alegría poco ha durado, frustrada, truncada por la trágica noticia. Amigo Paco, amigo D. Francisco Herrera Navarro, humor, nervio y vigor en tus años mozos, te has ido muy pronto. Igual que los que hace mucho tiempo te precedieron en ese triste viaje. Pero ten seguro que, en espíritu, no vas solo. Y que desde hoy tienes un nuevo compañero para conversar contigo, convencido de que, aunque yo no te vea, tú sí me escucharás. Y para empezar, amigo Paco, quiero decirte que siento profundamente que te hayas ido y que, en tu mochila, hagas un pequeño hueco para depositar un abrazo muy fuerte, grande y cariñoso, y mi recuerdo piadoso para ti.

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