Desde el año 1848, con la inauguración del primer ferrocarril en España, la línea Mataró – Barcelona, paulatinamente se fueron creando empresas ferroviarias en distintas zonas y regiones como: “Compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España”, “Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante” (MZA), “Ferrocarriles Andaluces”, etc… para el transporte de mercancías y personas.
Estas compañías creadas con el propósito de tener grandes beneficios, como cualquier empresa privada, requirieron de forma previa una gran inversión. En ellas invirtieron bancos, algunas grandes fortunas de España e inversores extranjeros. Fueron un éxito y un fracaso según empezaran a repartir antes de tiempo los beneficios y no emplear, al menos parte de ellos, al mantenimiento de vías y material móvil. Algunas fueron un auténtico fracaso social y económico ayudadas por momentos críticos de la economía española y mundial.

Con grandes altibajos se fueron desarrollando las distintas empresas dedicadas al ferrocarril. Por sernos más cercana diré que en la Dictadura de Primo de Rivera se promovió la línea Baeza-Utiel, que se abandonó cuando estaba casi terminada y que, como sabéis, nunca llegó a funcionar.
La II República pensó nacionalizar las distintas compañías por el beneficio social que suponía el ferrocarril. Esta, la nacionalización, se produjo en 1936, empezada la Guerra Civil, por la importancia estratégica que tenía para el traslado de tropas y material bélico.
Durante este periodo de guerra cada bando destruyó o inutilizó gran parte del ferrocarril que estaba en poder del bando contrario, ya en obras -vías, puentes, estaciones,…- ya en material rodante -locomotoras y vagones-.
Finalizada la Guerra Civil, España se encuentra en la más profunda ruina. Y sin posibilidades de ayuda del exterior porque por un lado los paises occidentales bloquean a la España que ha surgido de un golpe de estado, y por otro España es enemiga del mundo comunista con quien no va a tener relaciones. Lo complica todo el que al poco tiempo de terminada la contienda fratricida española empieza la II Guerra Mundial con la implicación de todos los paises vecinos.
España carece de materias primas y se encuentra sin recursos económicos para comprarlas en el exterior (durante la Guerra Civil ha desaparecido el Tesoro Nacional). La reconstrucción del pais tiene que empezar por el transporte de materiales y bienes de un sitio a otro
según necesidades. Por carretera los vehículos tienen que recurrir a la energía que produce el “gasógeno” por la ausencia de gasolina. El número de vehículos es muy limitado y las mercancías a transportar grandes. El ferrocarril es imprescindible. Pero las locomotoras y vagones son muy limitados y en pésimas condiciones. Las vías están inservibles en muchos tramos por la acción bélica y podredumbre de traviesas por el mínimo o nulo mantenimiento. La reparación de vagones, tanto los de mercancías como de viajeros, que salvo chasis y mecanismos de rodadura de acero, es a base de madera, al igual que las traviesas. El abastecimiento de madera es urgente, y no solo para el ferrocarril. El gobierno pone un orden de prioridades para el uso de esa madera: 1o) Ferrocarriles, 2o) Minas, 3o) Poblaciones.
El nuevo gobierno expropia y nacionaliza las distintas compañías ferroviarias, creando, en 1941, RENFE (Red Nacional de Ferrocarriles Españoles)
El abastecimiento de madera lo hacen empresas privadas pero con un suministro irregular, insuficiente, inadecuado y caro. Para no depender de ello, en 1942, se crea Explotaciones Forestales de RENFE. Las fuentes de abastecimiento serán los bosques de titularidad pública nacional o municipal y, en orden de importancia, estos están situados en nuestras Sierras de Cazorla y Segura y en la provincia de Soria (Navaleno, Pinar Grande, Abejar,…) y cantidades menores en otras.
Las necesidades de madera son tan grandes que la explotación de esas masas boscosas en la cantidad necesaria llevaría a una catástrofe ecológica irreversible. De ahí salieron los enfrentamientos habidos entre el Servicio Nacional de Montes con su aplicación de las ciencias de selvicultura y las necesidades perentorias de madera de Explotaciones Forestales y con las compañías privadas que buscan su beneficio económico sin importarle el desequilibrio boscoso que se produciría.
Al poco tiempo de su creación la sede central de Explotaciones Forestales se traslada, con su jefe al frente, el ingeniero de montes D. Jaime Cebrián, a Cazorla, siendo otro centro importante Siles.
El bosque público español no da más de sí. Está en la frontera de la explotación y se sigue necesitando madera.

  1. Antonio Sánchez Cózar, recien acabada su graduación como ingeniero de montes, se traslada al entonces Protectorado Español de Marruecos y hace una exploración por los montes del Rif central y Gomara descubriendo unas masas boscosas vírgenes, inmensas, donde predominan las especies de cedros del Atlas, pinsapos y quejigos

africanos principalmente. Comunica a D. Jaime Cebrián el hallazgo y los dos se deciden a volver para valorar cantidades y modos de explotación según el terreno ya que solo existe una carretera de Tetuán a Melilla por Chauen y Bab Taza.
La decisión no puede ser otra que llevar allí parte de Explotaciones Forestales de Renfe y ayudar así a bajar la presión sobre los bosques de la península. Hubo que hacer una gran red de pistas forestales por donde pudieran transportar la madera la flota de camiones rojos y guardabarros negros y numerados en la puerta.
Haciendo pistas forestales (2a mitad de los cuarenta)
Esta primera flota de camiones son Dodge, modelo 1947, de gasolina. El que tenía asignado mi padre era el 104 de puerta.
Mi madre, mi hermana y yo en el Dodge, 104 de puerta (1954)
En un principio, cuando no estaban muy seguros de las reacciones de los rifeños, el traslado de la madera se hizo en carabanas de camiones. Luego se creó una gran hermandad entre los lugareños y empleados y familias de la compañía.
Carabana de camiones sacando madera de los montes de Talasemtan
De lugares de imposible acceso a los camiones se sacó la madera a través de “los cables”.
En el km 38 de la carretera de Tetuan a Melilla, en la única llanura junto a ella, Explotaciones Forestales creó un poblado para sus empleados y familias, donde, además, estaban la serrería en la que se transformaba la madera en rollo traida de los montes a traviesas de distintas medidas, más tablas y tablones, y los talleres donde reparar camiones y tractores oruga. Este poblado estuvo en territorio de la cabila de Beni Hassan, a 3 km de Zoco de Arbaa. El mojón kilométrico de la carretera le dio nombre al poblado, “Km 38”. Cuando se hubo de volver a España se vendieron las casas y eso fue el germen donde fue creándose el nuevo Zoco de Arbaa de Beni Hassan, hoy aquel Km 38 es el pueblo de “Al Hamra”.
“Km 38”. En primer término a la derecha, la báscula, a continuación las viviendas. En el centro, al fondo, los talleres. A la izquierda, la serrería.
La madera procedía de los montes Buhasen, Talasemtan, Aingrana principalmente. La flota de camiones americanos Dodge a gasolina fue sustituida por los alemanes HENSCHEL diesel. A mi padre le correspondió el primero en llegar, el no 131 de puerta.
La serrería fue modelo de eficacia y modernidad, no siendo comparable a ninguna de las existentes en España.
En la 2a fila, junto al pasillo, me tienen, tan serio como ahora… o más. Y mi primer maestro, D. José (del que no consigo recordar el apellido… ¿Mena?).
En aquel poblado se instaló una escuela para todos los niños en edad escolar. Y en él se organizó la Primera Comunión de los niños en edad, haciendo una fiesta en los talleres habilitados para tal fin. El sacerdote que ofició la ceremonia fue un fraile franciscano de la iglesia Nuestra Señora de las Victorias de Tetuán. Era 1954. Y en esta celebración, en aquel tiempo, Explotaciones Forestales abrió una cuenta a nombre de cada niño con 100 pesetas. No puedo hacer una comparación porque desconozco qué sueldo ganaba mi padre, y desgraciadamente no se lo puedo preguntar, pero tuvo que ser una suma importante. Pero como todo es relativo, hoy serían 0’6 €. (¡Qué cosas!)
El “artista” con su padre. Y su guapa madre con Marisol, la hermana tetuaní.
En 1956 el Protectorado Español, como el resto de Marruecos, se hizo independiente de Francia y España y Explotaciones Forestales tuvo que volver. Y volvimos a Cazorla donde estaba el centro coordinador y la mayor explotación maderera con el centro tranformador de la serrería del Vadillo.
-¡Y, digo yo! Todo este rollo ¿a santo de qué?.
-¡Fácil amigo!
Un día en la Tejera, la primera plaza de Cazorla cuando llegas de Úbeda, o cuando bajas de la sierra, junto a la Casa de las Cadenas, la casualidad quiso que el inolvidable, y muy querido por mi, Padre Marín parara a un camión de Explotaciones Forestales y le pidió si podía subir un suministro al campamento del Vadillo donde tenía un grupo de chavales en plena naturaleza. Él también subió. El conductor del camión era Alfonso Ros, mi padre. Y en ese viaje de Cazorla al Vadillo se gestó el que yo fuera a parar, para mi fortuna, a la bella Úbeda y a las entrañables Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia.
-¡Jo tío! ¿Y para contar qué te trajo a la SAFA tienes que contar la historia del ferrocarril?
– Para contar lo orgulloso que estoy de haber pertenecido a aquel colegio, y en Úbeda, puedo contar la historia de la humanidad si es necesario.
-¡Amén!

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